El triunfo del espíritu

El triunfo del espíritu
Jura de la Constitución de Cádiz

lunes, 30 de enero de 2017

Comentario del romance luna, luna



La luna vino a la fragua
con su polisón de nardos.
El niño la mira, mira.
El niño la está mirando.
En el aire conmovido
mueve la luna sus brazos
y enseña, lúbrica y pura,
sus senos de duro estaño.
Huye luna, luna, luna.
Si vinieran los gitanos,
harían con tu corazón
collares y anillos blancos.
Niño, déjame que baile.
Cuando vengan los gitanos,
te encontrarán sobre el yunque
con los ojillos cerrados.
Huye, luna, luna, luna,
que ya siento los caballos.
Niño, déjame, no pises
mi blancor almidonado
El jinete se acercaba
tocando el tambor del llano.
Dentro de la fragua el niño
tiene los ojos cerrados.
Por el olivar venían,
bronce y sueño, los gitanos.
Las cabezas levantadas
y los ojos entornados
.¡Cómo canta la zumaya,
ay, cómo canta en el árbol!
Por el cielo va la luna
con un niño de la mano.
Dentro de la fragua lloran,
dando gritos, los gitanos.
El aire la vela, vela.
El aire la está velando.




Tema :La muerte solitaria de un niño en el taller de un herrero
Estructura externa: aunque formalmente  hay  9 estrofas, en realidad se trata de un romance donde riman los versos pares de manera asonante en estos sonidos: -a, -o.

Estructura interna: Se trata de un poema narrativo y dramatizado (hay diálogo): La presentación llega hasta el verso 12, el diálogo con la luna, hasta el tambor del llano. El desenlace de ahí en adelante hasta el final.
Figuras literarias:


En el tercer verso de la primera estrofa, encontramos la primera figura literaria, que es la reduplicación de la palabra “mira”
                                   El niño la mira, mira
Además, entre los versos tres y cuatro se produce una anáfora mediante la repetición en ambos versos de la palabra “el niño”
                                   El niño la mira, mira.
                                   El niño la está mirando.
Al comenzar la segunda estrofa del romance, aparece el último personaje partícipe de la historia. Se trata del aire, testigo de todo lo que sucede entre la luna y el niño. Luego, en la estrofa número 2, verso 5 se produce una personificación, mostrando al aire como un ser conmovido
                                   En el aire conmovido
En los tres versos posteriores se da a conocer la actitud de la luna durante esa noche, dando a interpretar que es el centro de atención para el niño y todo el entorno que la rodea, pues, la luna se convierte en una especie de “complemento”, contra la que ni siquiera la inocencia de un niño puede luchar. Para describir esta situación Lorca se vale de una personificación en el verso seis, que le da a la luna la capacidad de mover sus brazos
                                   Mueve la luna sus brazos

Además, en el verso cinco y seis, presenta hipérbaton
                                   En el aire conmovido
                                   Mueve la luna sus brazos
Así como de antítesis en el verso número siete
                                   Y enseña, lubrica y pura.
Y una metáfora en el verso número ocho
                                   Sus senos de duro estaño
Hace una alusión a la malicia y el poder que esconde la luna, por medio de un epíteto.
Al comenzar la tercera estrofa, en el verso número nueve se presenta una reduplicación, se repite tres veces la palabra “luna”
                                   Huye luna, luna, luna
Además, en ese mismo verso se presenta una personificación
                                   Huye luna, luna, luna

En la siguiente estrofa, habla de nuevo la luna, segura de sí misma, al contrario que el niño que siempre muestra su inseguridad.
En el verso número trece se encuentra una personificación
                                   Niño déjame que baile
La luna no puede pedir al niño bailar, porque, no puede hablar, ni tampoco hacerlo.
Para hablar de sus planes futuros la luna emplea, además, una metáfora, que se encuentra en los versos 14, 15 y 16
                                   Cuando vengan los gitanos
                                   Te encontrarán sobre el yunque
                                   Con los ojillos cerrados.
Hace referencia de nuevo a la muerte, incrementándole a su vez un sentimiento de tristeza mediante el diminutivo “ojillos”.
La estrofa número cinco comienza, con una reduplicación  en el verso 17
                                   Huye luna, luna, luna
En ese mismo verso se presenta una personificación, ya que, la luna no puede huir.
En los versos 17 y 18, el niño le insiste a la luna que huya sobre la llegada inminente de los gitanos
                                   Huye luna, luna, luna
                                   Que ya siento sus caballos
En esa estrofa, en los versos 19 y 20, la luna le habla al niño
                                   Niño déjame, no pises,
                                   Mi blancor almidonado
Estos versos hacen referencia a la luz de la luna.

En la estrofa 6, en los versos 21  y 22
                                   El jinete se acercaba
                                   Tocando el tambor del llano.
Se puede deducir que trata sobre la muerte del niño, donde el jinete simboliza el presagio de la muerte y el llano es comparado a un tambor al que golpean los cascos del caballo al galopar. Para que Lorca haga esto más emocionante uso una metáfora en los versos 23 y 24
                                   Dentro de la fragua el niño,
                                   Tiene los ojos cerrados

Al comenzar la estrofa 7, se encuentra un hipérbaton en los versos 25 y 26
                                   Por el olivar venían
                                   bronce y sueño, los gitanos.
En el verso 26 se presenta una metáfora
                                   bronce y sueño los gitanos.
En este verso el bronce simboliza su color de piel y el sueño su condición mágica.
En el verso 29, de la estrofa 8, se presenta a la zumaya, el cuál simboliza un mal augurio, es decir, mala suerte.
                                   ¡Como canta la zumaya!
En el verso 31 y 32, se presenta una metáfora, que hace referencia a que el niño está muerto
                                   Por el cielo va la luna
                                   Con el niño de la mano.
En el verso 33 y 34, de la estrofa 9, se presenta un hipérbaton
                                   Dentro de la fragua lloran,
                                   dando gritos, los gitanos.
En el verso 35, se presenta una reduplicación de la palabra “vela”
                                   El aire la vela, vela
También, en el verso 35 y 36, se presenta una anáfora
                                   El aire la vela, vela.
                                   El aire la está velando.

3 comentarios:

  1. Un análisis superficial, aunque bueno, de la obra, que como todos las que he leído, se abstiene de analizar varios datos muy importantes del poema:
    Cuando el niño se defiende de la luna, le dice: "harán con tu corazón collares y anillos blancos", (porque es un corazón de piedra), es un niño gitano, combativo y valiente, que se enfrenta a la luna, antigua como un fósil, lo cuál nos viene sugerido también por su polisón.
    Los collares y anillos blancos, forman parte de los rituales energéticos de los gitanos.
    Tampoco el jinete puede ser la muerte, si esta viene simbolizada ya por la luna; es lógico que la muerte sea el jinete, y entonces, debemos entender que la luna representa a su asesina. El nardo, es una forma de nombrar coloquialmente al pene.
    Esta asesina de corazón de piedra, probablemente una bruja, ha raptado a un niño, y baila desnuda frente a él, vestida sólo con un "polisón de nardos", (flor de aroma afrodisíaco, que representa tanto la pureza como la lujuria). Simboliza aquí la perversión de la luna, que pervierte la pureza del niño con su baile ritual, "déjame bailar, no pises, mi blancor almidonado", el niño da patadas, y fríamente le dice que no pise su blanco delantal. Podría ahondar mucho más realizando un análisis de las dos realidades de las que habla el poema, la del sueño y la de lo que sucede en "el tambor del llano", pero para ello sería necesario entender los rituales del gremio de picapedreros, de la que Lorca era miembro

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